sábado, 12 de julio de 2008

La Batalla de Serrae (1196)



Después de las terribles derrotas de Tryavna y Arcadiópolis frente a los búlgaros, el combativo Basileo Isaac II Ángel, intentó armar otra campaña más contra los búlgaros, a finales de 1195. Sin embargo, antes de que esto pudiera realizarse, Isaac fue depuesto y cegado por su propio hermano Alejo el sebastocrátor, el cual, aprovechando la ausencia del Basileo que se encontraba de caza en Stagira, tomó el poder con ayuda de influyentes generales bizantinos, como su tío, el también Sebastocrátor Juan Ducas, el general Teodoro Branas, Miguel Cantacuzeno y Juan Petralifas.


En Bulgaria, los hermanos Asen seguían consolidando su poder y preparando las bases de lo que sería el 2do. Imperio Búlgaro. Apoyados como de costumbre, por contingentes de válacos de la Dobrudja (actual Rumania) y cumanos de las estepas, los búlgaros amenazaban constantemente las posesiones de Bizancio en Tracia. Los búlgaros iniciaron la guerra tomando fortalezas tracias y macedonias, desde el norte de las montañas Balcánicas y el río Danubio.
El nuevo e incompetente emperador bizantino Alejo III Comneno-Ángel (nombre que tomó Alejo el sebastocrátor tras su ascensión al trono bizantino) ofreció la paz a Iván Asen I, Zar de los búlgaros, el cual exigió al Basileo la devolución de las ciudades y fortalezas que antaño pertenecieron al Imperio Búlgaro-Macedónico del antiguo Zar Samuel, las cuales habían sido conquistadas tras una dura campaña por el gran emperador Basilio II Bulgaróctonos. Era obvio que los bizantinos jamás aceptarían devolver las tierras conquistadas a los búlgaros en Macedonia y Tracia, por lo cual Iván Asen I decidió declarar la guerra al Imperio de los Romanos, e iniciar una fuerte ofensiva con dirección a Macedonia.

El Avance Búlgaro y la situación en Bizancio:


Ivan Asen I avanzó al mando de su ejército al suroeste de las tierras tracias del imperio bizantino, alcanzando los limes del antiguo Thema de Macedonia. Con el apoyo de sus imparables “Federados” cumanos y válacos, Asen atacó muchas aldeas y fortalezas bizantino-macedonias; el éxito acompañaba a los búlgaros en todas sus batallas y expediciones contra los bizantinos, y en efecto, Asen se dio cuenta que Alejo III era aún mas incapaz de hacer frente a sus tropas, que el depuesto Isaac II.
En Bizancio, el Basileo usurpador Alejo III decidió que era momento de iniciar la contraofensiva contra los búlgaros que invadían su territorio. En esos momentos, el Imperio necesitaba un general capaz que repeliera a los búlgaros de Macedonia y los devolviera a sus territorios ubicados allende las Montañas Haemus. El emperador entonces decidió enviar al Sebastocrátor Isaac Comneno, su yerno, casado con su 2da. Hija Ana Angelina (futura esposa de Teodoro Láscaris de Nicea). Isaac era sobrino-nieto del antiguo poderoso Basileo Manuel I Comneno (1143-1180) y era muy respetado en la corte imperial a causa de su linaje; en efecto, tal vez Alejo III había pensado en dejar a Isaac como su sucesor, ya que el Basileo carecía de herederos varones, pero también estaba Andrónico Contostéfanos, esposo de Irene Angelina, la hija mayor y la favorita de Alejo; la hija menor del Basileo, Eudocia, era antigua princesa consorte de Rascia (Serbia) y había sido repudiada y humillada por su marido, el príncipe serbio Esteban Nemanja, el cual la había acusado injustamente de infidelidad, y se había levantado en armas contra las autoridades bizantinas en su país, pidiendo ayuda al Papado y al Reino de Hungría.
Sin embargo, el Sebastocrátor parecía ser el heredero mas adecuado, ya que era miembro de la antigua y poderosa familia Imperial de los Comnenos, y su linaje era superior al de Andrónico Contostéfanos. Al Comneno se le encargó la tarea de expulsar a los invasores búlgaros, que habían penetrado en Macedonia y a la sazón marchaban contra la importante fortaleza de Serrae. El ejército bizantino se alistó para tal misión al igual que su comandante; sin embargo, el cruel destino haría que esta batalla, fuera el fin de Isaac Comneno.
Los búlgaros de Asen se habían retirado durante el Invierno, pero habían vuelto al año siguiente con mayor ímpetu, dispuestos a desalojar a las guarniciones bizantinas de las fortalezas que guardaban.

La Batalla:

Isaac Comneno comandó a su ejército a través de las tierras Macedonias, y los ejércitos búlgaro y bizantino se encontraron en las cercanías de la ciudad y fortaleza de Serrae, situada en una fértil planicie.
Al parecer, la batalla no duro mucho, ya que los bizantinos no se batieron con energía y valor; la Caballería Pesada (Catafractos) que acompañaba al Sebastocrátor (posiblemente la famosa “Guardia Macedonia” que acompañaba a los Sebastocrátores durante sus misiones importantes) inició la carga, al mando de éste, el cual, embistió a la infantería búlgara que se encontraba frente a él. Durante el transcurso de la batalla, el Sebastocrátor y sus Catafractos fueron rodeados por infantería búlgara con lanzas, los cuales hicieron caer al Sebastocrátor del caballo que montaba, lo capturaron, y aniquilaron a los Catafractos. Ante esto, los soldados bizantinos se desanimaron como en ocasiones anteriores (la mayoría de veces tras la huída o muerte en batalla del comandante), y huyeron. Muchos soldados imperiales murieron y los bizantinos sufrieron graves pérdidas, mientras los búlgaros salieron victoriosos y retornaron a su país, llevando a Isaac Comneno cargado de cadenas rumbo a la capital búlgara, Tarnovo.



El Destino de Isaac Comneno y el asesinato de Iván Asen I:


El infeliz Sebastocrátor fue conducido como un trofeo rumbo a Bulgaria, y nunca más se supo de él. En efecto, lo más lógico es que haya muerto siendo esclavo de algún boyardo búlgaro, lo que se sabe es que Isaac Comneno desapareció sin dejar huella.
En Constantinopla, la Capital Imperial, llegó a los oídos del Basileo Alejo III la noticia de la derrota y posterior captura de su yerno; sin embargo, el Basileo no ofreció ningún rescate a los búlgaros por el Sebastocrátor, y así muchos generales que fueron enviados a combatir a montañeses escitas y fueron capturados, fueron dejados en manos de los búlgaros como esclavos, sin recibir ninguna noticia de algún rescate proveniente de Constantinopla. En efecto, Alejo prefería gastar el Tesoro Público en sus Palacios de Constantinopla, Calcedonia y Scutari, e hibernando en sus jardines imperiales, que rescatar a valientes generales que se habían batido con coraje frente a los bárbaros (ejemplo del hábil Protostrator Manuel Camytzes).
Sin embargo, para Iván Asen no todo fue color de rosa. En su camino hacia Tarnovo, donde los habitantes le rendirían un esplendido homenaje, Asen fue asesinado por el boyardo válaco Ivanko, uno de sus generales, al cual Iván había humillado por tener un romance con su cuñada (hermana de su mujer). La muerte de Iván Asen I privó a Bulgaria de un gran líder y excelente comandante militar.
En Bulgaria, Ivanko trató de negociar con el Basileo una alianza para afianzar su poder en el país, y en el año 1197, meses después de la Derrota de Serrae, Ivanko contrajo matrimonio con Teodora Comnena Angelina, única hija del Sebastocrátor Isaac Comneno y de su mujer Ana Angelina, hija de Alejo III. Ivanko, el cual fue renombrado por el Basileo como “Alejo” tras haber concertado la alianza matrimonial, peleó en nombre de éste contra los pueblos que amenazaban a Bizancio; sin embargo, luego, el caudillo válaco se rebelaría contra su benefactor y declararía la guerra a los bizantinos, llegando incluso a derrotar a un pelotón de hombres al mando del valiente general Teodoro Láscaris (futuro Teodoro I de Nicea y 2do. Marido de Ana Angelina), al cual capturó de manera truculenta, pero que al final fue liberado, rescate mediante.
Así continuarían los conflictos con los búlgaros, incluso durante el periodo de la 4ta. Cruzada; los búlgaros seguirían dando quebraderos de cabeza a los gobernantes latinos y griegos, y no serían sometidos hasta la conquista turca de Bulgaria en el año 1396.



Bibliografía Citada:
Autores Antiguos:
- Nicetas Choniates: Fragmentos de su obra “Historia de los Tiempos”, traducida al latín por Emmanuel Bekker y por Jan-Louis van Dieten, y al inglés por Harry J. Magoulias.


Autores Contemporáneos:
- Franz Georg Maier: Bizancio.
- Georg Ostrogorsky: Historia del Estado Bizantino.
- John Fine: The Late Medieval Balkans.
- Alexander Vasiliev: Historia del Imperio Bizantino.
- John Haldon: Byzantium at War.

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